Recuerdo que, desde principios de este siglo, en varias ocasiones construí varios sitios web partiendo prácticamente desde un editor en blanco. De hecho fue lo primero que comencé a hacer al avanzar en mi carrera de ciencias de la computación. Naturalmente todo era lento y tedioso en aquellos tiempos. Debido a esto se requería de muchas horas de trabajo (y por ende una buena cantidad de dinero) por el proceso de codificar tanto el diseño mismo como la maquinaria que ponga en funcionamiento un sitio, aunque este fuera relativamente sencillo.
Afortunadamente para los usuarios, construir un sitio web se ha hecho cada vez más accesible en la actualidad. El hecho de que haya muchísima integración informática a lo largo y ancho del mundo, ha producido un florecimiento increíble de creatividad en muchos aspectos. En nuestra área en particular, cada día se están creando tanto una infinidad de plantillas de diseño como también se han ido simplificando y diversificando las aplicaciones que permiten manipular esos diseños. Entonces, con un conocimiento básico de hostings, que son las empresas que almacenan tu información, de una dirección web (domains), y movimiento de archivos entre algunas otras cosas, ahora es muy posible tener acceso a crear y administrar un sitio web que años atrás tenía un costo bastante elevado para una persona promedio o para un negocio o emprendimiento pequeño. Hay aún lugares que ofrecen sitios por muy poco. Naturalmente todo lo barato es de alguna manera limitado ya que los proveedores obviamente esperan que más tarde el usuario, al ver la necesidad, opte por una alternativa bien pagada.
Naturalmente tener un sitio web no es imprescindible ya que muchas personas se sienten satisfechas usando simplemente las redes sociales. No obstante tener acceso a un sitio web trae consigo varias ventajas. Entre ellas podría enumerar el hecho de adquirir una apariencia más profesional, junto con tener un espacio en la nube que es propio. En otras palabras, al contratar un hosting, uno es prácticamente dueño de un trocito de la web. Es un lugar en el que, por un costo muy accesible, uno puede disponer de un espacio prácticamente ilimitado de almacenamiento de archivos, como imágenes, videos, e información en general. Normalmente se puede acceder a servicios de email con el dominio personalizado para, por ejemplo, un pequeño negocio, blogs, etc. Como hay bastante competencia en este mercado, los costos de las compañías de hosting (incluyendo la renovación del domain) no pasan de estar en el orden de unos US$100-140 por todo un año, dependiendo de las necesidades específicas.
En fin, aunque muchos tengan ya las habilidades para construir un sitio por sí mismos, habrá a la vez muchos otros que simplemente no tienen el tiempo o los conocimientos para comenzar el proceso. Aquellos que lean esto y necesiten algo de asesoría, pueden visitar Sitio4Less, donde estaremos abiertos a implementar sitios, proveyendo asistencia también en español.